- El primer paso es sencillo. Tienes un cliente, este cliente te encarga un trabajo, y tú lo haces. En este caso, el trabajo consiste en maquetar una revista con los parámetros que te da el cliente.
- Segundo paso. Una vez tienes el diseño y la distribución de las cajas de texto, titulares, entradillas, pies de imagen, etc. Crearemos las hojas de estilo, una opción muy útil a la hora de hacer maquetaciones no solo con diferentes tipografías, cuerpos o colores, sino incluso alineaciones, sangrías y filetes.
Cuando creas un hoja de estilo, lo primero que tienes que hacer es decirle si la quieres de carácter o de párrafo, ya que la primera nos proporciona parámetros relacionados obviamente con el tipo de cuerpo, tipografía, color... Y el estilo de párrafo, lo que nos facilita es poder controlar todo aquello relacionado con la distribución; es decir, alineaciones, espacios, sangrías, tabulaciones, filetes, etc.
Hojas de estilo de párrafo
Hojas de estilo de caracteres
Teniendo en cuenta este aspecto, podemos crear nuestros estilos destinados a cada zona de nuestra maquetación según nos convenga y luego modificarlos siempre que lo creamos necesario o lo exija el cliente, sin la necesidad de ir cambiando cada titular o texto uno por uno.
Conclusión
Si tenemos presente que en muchos de los materiales gráficos que tenemos a nuestro alrededor, ha sido necesario aplicarles algún tipo de tratamiento de texto, también es fundamental aprender ha hacerlo de una forma rápida, sencilla y eficaz. Las hojas de estilo nos proporcionan el medio adecuado para poder hacerlo y a su vez nos garantizan un control total sobre los cambios efectuados en el documento.
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